VERDADES Y MITOS SOBRE EL AYUNO

Algo que es tan antiguo como la vida misma pero que de repente es moda… todo un clásico de lo que lleva pasando en los últimos años en el mundo del wellness. El ayuno existe tanto en plantas como en animales, es un mecanismo natural de defensa frente a determinados factores. Por ejemplo, las plantas de órdenes superiores como los árboles de hoja caduca “hibernan”, se les caen las hojas y paran su actividad fotosintética para protegerse de las inclemencias del tiempo y así resurgir con más energía en primavera cuando el clima es favorable. Los animales al enfermar o estar heridos hacen lo mismo, parar la ingesta de alimentos para así tener energía suficiente y que su propio organismo sea capaz de parar la infección en cuestión o de regenerar la herida. ¿Y qué pasa con nosotros…? Pues depende a la religión que pertenezcas puede que hagas ayuno una vez al año, algún tipo de restricción tipo cuaresma o lo practiques realmente si de verdad te hace conectar con un nivel más espiritual. Dejando las religiones y creencias personales a parte, hay un hecho fisiológico y es que la digestión consume una gran cantidad de energía, entre un 3 y un 25% de la energía aportada por los propios alimentos ingeridos. Imagínate lo que tu organismo podría hacer con un 25% más de energía al día. Eso sólo para empezar.

Pero, tenemos claro lo que es realmente ayunar? Es una decisión personal y voluntaria de dejar de ingerir alimentos por un período determinado de tiempo. Por lo tanto no es pasar hambre, ya es pasar hambre es algo involuntario. Hay muchos tipos de ayunos: intermitente (14/16 horas al día),ayuno seco (no se bebe agua), de varios días a la semana de forma constante o períodos de entre 7 y 40 días. No todo el mundo puede hacer ayunos, así que por favor, si ya te lo estás planteando consulta primero a un buen profesional de la salud natural, ya que también existen muchas contraindicaciones para el ayuno, un peso mínimo que hay que tener, etc…Además hay ciertos grupos de personas que no pueden ayunar como por ejemplo los niños, ancianos, embarazadas y mujeres en lactancia.

Ahora vamos a ver los beneficios del ayuno: aumenta la frecuencia y la cantidad de eliminación de sustancias de deshecho, por lo que los órganos de eliminación (intestino grueso, pulmones y riñones) trabajan más mientras el resto descansa, y es justo este descanso el que les permite regenerarse y renovarse. Otro efecto es la pérdida de peso, que dependerá del tipo de ayuno que hagamos. Estos son los beneficios que se conocen desde la antigüedad, de los que hablamos los naturópatas, ahora vayamos a ver lo que dice la ciencia moderna…

En una ponencia que impartí hace unos meses recopilé y ordené la información de varios meta-ánalisis (revisión de varios artículos científicos) sobre el tema del ayuno. Las conclusiones desde mi punto de vista son maravillosas y alentadoras: “ Tanto el ayuno como la restricción calórica tienen un papel destacado en la estimulación de los marcadores de la autofagia y en la propia activación de la autofagia. Esto es crucial en el normal funcionamiento de las células y su homeostasis, mejorando así la salud y la función de diversos órganos y tejidos: hígado, riñón, corazón, páncreas, músculo y sistema nervioso. – Hay otras revisiones consultadas sobre la autofagia en las que se concluye que:

El ejercicio físico podría atenuar o prevenir disfunciones en los procesos de apoptosis y autofagia en el Sistema Nervioso Central.
Componentes naturales y autofagia: polifenoles como el resveratrol y la curcumina y azúcares como la trehalosa limitan el daño neuronal in vivo e in vitro, a través de la restauración de la autofagia eficiente que destruye proteínas mal plegadas y mitocondrias disfuncionales”
Os traduzco esto que está sacado de mi ponencia: tanto la restricción calórica como el ayuno estimulan la autofagia que es un mecanismo por el cual nuestro propio organismo repara aquellas células, tejidos y moléculas dañadas. Es decir, quita lo que no sirve que es lo que potencialmente genera enfermedad, así como mejora los síntomas de las enfermedades que ya existían. Y esto está documentado en tejido nervioso, hígado, riñón, corazón, páncreas y músculo…por ahora.

Es decir, que tenemos algo que se lleva practicando desde la prehistoria, que hemos olvidado pero que mejora drásticamente nuestra salud, sin efectos secundarios y sin toma de medicamentos. Espero que este artículo arroje un poco de luz ante tanta información confusa, modas y tendencias…Que nos tomemos todos nuestra salud mucho más en serio, porque sólo depende de nuestras decisiones y hábitos, no de terceros, y sobre todo acudid a un especialista para la práctica de cualquier terapia natural. Que tengas un día maravilloso! Nos vemos en el próximo artículo.